ARRANCAR CON EL EMBRAGUE PISADO

Si no pisamos el pedal del embrague, sometemos al motor de arranque a arrastrar los engranajes del eje primario de la caja de cambios. Aunque tengamos punto muerto, el movimiento del motor llega hasta el eje de entrada de la caja de cambios al estar el embrague acoplado.

Con el motor en frío, la valvulina (el aceite de los engranajes de la caja de cambios) es extremadamente densa, por lo que arrancar en frío removiendo ese aceite con el motor de arranque es un esfuerzo innecesario. Recomiendo pisar el embrague en punto muerto al arrancar el coche, una vez en marcha, soltamos el embrague.